Visitar Ribeira Brava, Madeira

Ribeira Brava es una ciudad pequeñita que se encuentra al suroeste de Madeira y muy cerca de la enorme Funchal, más precisamente a 15 kilómetros de esta.
Su nombre, que en español significa río salvaje, se lo da un imponente río, con fuertes corrientes de agua que arrasa con todo lo que se ponga en su camino, incluyendo pesadas piedras. Este río tiene una longitud de unos 8 km y alcanza una altura de 327 metros. Y su margen, con flores de delicados colores, ofrece un contorno inigualable. Estas costas son ideales para realizar paseos tranquilos y rodeados de naturaleza. Toda la costa se encuentra surcada de vegetación y en sus orígenes fue sumamente propicia para el cultivo, siendo famosa por sus plantaciones de azúcar en la rivera.
Este pueblo fue fundado en 1440 y creció rápidamente gracias a su precioso y fértil suelo, que permitió que en poco tiempo se convirtiera en una de las comunidades más ricas del archipiélago. Actualmente se cultivan plátanos y frutas tropicales.
Entre los edificios más destacables de este lugar se encuentra la Igreja de São Bento, famosa por sus azulejos blancos y azules, los cuales embellecen toda la arquitectura. Además tiene un precioso ayuntamiento que responde al mismo estilo arquitectónico de la iglesia, con postigos verdes y paredes en color rosa. El resto de las casas y edificios del distrito presentan un estilo similar, lo que le da un aspecto homogéneo y auténtico a todo el pueblo.
¿Qué hacer en Ribeira Brava?

Todos los 29 de de junio Ribeira Brava se viste de fiesta y el pueblo se reúne para celebrar el día de su patrono, San Pedro. Este evento concluye con una procesión marítima de luminosidad deslumbrante. Desde el municipio de Ribeira Brava y Ponta do Sol se puede ver el Mirador Cruz adornado con múltiples luces y toda la fila de personas que pregonan y marchan en procesión.
El río de Ribeira Brava también es conocido como el río enojado y es posiblemente uno de los elementos que vuelven único este lugar. Al margen de que gracias a él se abastecen de consumo de agua todas las regiones aledañas, el paisaje se ve gratamente enriquecido por su presencia. A lo largo de todo su trayecto recibe la alimentación de diez afluentes y el curso termina en Serra de Água, para desembocar varios kilómetros más adelante en las aguas del Atlántico.

Además, los jardines y canteros diseminados por todo el pueblo, presentan un paisaje realmente grato para la vista. Se encuentran poblados de árboles exóticos y exuberantes y flores de los colores más diversos.
Por otro lado, no queremos olvidarnos de contarles que Ribeira Brava también tiene su propio mercado, donde tenderos de los alrededores ofrecen sus productos para todos aquellos que deseen adquirirlos. A su vez, los alrededores del mercado se encuentran plagados de cafés y sitios bonitos donde tomar algo o comer, y muy cerca de ellos se encuentra el paseo marítimo, donde también hay preciosos lugares donde compartir un rato con amigos y familiares.
Por último, cabe mencionar el museo etnográfico que se encuentra en el centro del pueblo. Otro edificio de visita obligatoria para todos los apasionados del buen turismo.
El centro deportivo de Ribeira Brava
Puede que Madeira sea un lugar pequeño, sin embargo eso no significa que no ofrezca posibilidades; y no solo para los que vienen en busca de un lugar tranquilo donde pasar las vacaciones, sino también de aquellos que deseen afincarse en esta isla.
Ya hemos dicho que Ribeira Brava tiene vistas espectaculares, restaurantes de lujo y para otros gustos, un paseo marítimo precioso y buenos precios en lo que se te antoje. Y es recomendable que ningún amante de la buena vida y de unas vacaciones ideales se la pierda. Pero eso no es todo.
Además Ribeira Brava cuenta con el Centro Deportivo da Madeira, un complejo deportivo que se encuentra formado por un campo de césped natural con capacidad para unas 2300 personas y otro de césped sintético, para unas 100 personas. Un sitio ideal y polivalente donde pueden desarrollarse todo tipo de prácticas de atletismo: tiene además una pista de atletismo de 8 carriles, canchas de tenis y paddle y equipos para saltos de altura, de barra y lanzamiento de disco y martillo.
A su vez cuenta con un gimnasio compuesto con sus respectivos vestuarios y un edificio administrativo con sala de reuniones, almacén y servicios médicos. Un lugar donde el deporte es el principal protagonista y que permite ubicar a esta pequeñita isla en los estándares del deporte internacional. Cabe recordar que recientemente se ha fabricado una piscina que permite el entrenamiento para deportistas de actividades acuáticas y una pista de bicicletas para que sea utilizado por el público joven.
Ribeira Brava es sin duda uno de esos rincones imperdibles, así que si en tus próximas vacaciones has decidido visitar este archipiélago te recomendamos que no te la pierdas.